Parte de guerra.

29 de octubre de 2011.

Primer año triunfal.

Frente de Montellano.

Ciudadanos:

En el día de hoy, las hordas mercenarias a sueldo del enemigo imperrrrrialista han sufrido otra estrepitosa derrota. Un inesperado octavillazo en su retaguardia, lanzado por comandos dirigidos por el histórico camarada Serranovich Trompetoff, que oportunamente acudió en ayuda de nuestro amado líder Serranovich Ramirewsky, ha obligado a los quintacolumnistas, trostkistas, intelectuales, agentes a sueldo y contrarrevolucionarios en general a refugiarse en bares, pubs y restaurantes o a irse a comer a la sierra. Hoy las calles son nuestras. El enemigo se bate en vergonzosa retirada. Larga gloria a la revolución.

El Caminantpravda de hoy demuestra muchas cosas, la más importante de todas, el altísimo nivel intelectual alcanzado por el extraordinario estadista que dirige los destinos de nuestro pueblo patrio. En él hay expresiones dignas de figurar en las más gloriosas páginas de la literatura universal. Durante el día se han recibido telegramas de admiración de la Real Academia de la Lengua y numerosas solicitudes de ingreso en tan excelsa institución (se le ofrecía el sillón “G” de genio), pero la humildad de Serranovich (que se palpa en la foto), enteramente entregado a la salvación de nuestro amado pueblo patrio, lo ha obligado a rechazarlo.

El más entrañable de todos los telegramas recibidos es el del camarada Raimundenko Ojedadev, que hoy presta servicios para la revolución en las tascas y antros del lejano Santander, y que no ha podido compartir con el líder la grandiosa victoria de esta jornada. Transcribimos aquí sus escuetas palabras: “Camadddada. Stop. Tas cadgao a Cuddo er Moddo. Stop. La guedda eztá ganá. Stop. Vamo a gobennná sien año. Hip. Stop. Salú.”

¡Ánimo, camarrradas! ¡Arriba, parias de la Tierra! ¡En pie, famélica legión! ¡A las mariscadas... ¡¿?! ¡A las barricadas! ¡Victoria o muerte!

Firmado:

Camarada Anonimov, comisario político de la revolución.