Parte de guerra.

4 de noviembre de 2011.

Primer año triunfal.

Frente de Montellano.

Ciudadanos:

En la mañana de ayer, un comando integrado por saboteadores a sueldo del imperrrrialismo sociolisto, logró burlar todas las medidas de seguridad y atentar contra uno de los símbolos más sagrados de nuestra revolución: la juventud proletaria y roja, la semilla destinada a extender por el mundo la justa revolución concebida por el histórico camarada Serranovich Trompetoff.

Quintacolumnistas y agentes enemigos, con apoyo logístico de intelectuales, disidentes y trostkistas, financiados por la burrrrguesía capitalista local, siguiendo órdenes del dictador en el exilio, abrieron una galería subterránea, como despreciables topos, y lograron que las aguas torrenciales inundaran el recinto de Montejoven, que como todo el mundo sabe es concepción y obra de nuestro amado líder. Horrendo crimen. Monstruoso atentado. Incalificable canallada que no quedará sin su justo castigo aunque los secuaces del fascismo lograran escapar.

Pero pudo ser mucho peor, ciudadanos, de no intervenir en persona nuestro amado líder Serranovich Ramirewsky, quien se dignó romper su descanso en el politburó local para acudir al lugar del atentado junto a los camaradas Raimundenko Lopezoff y Sandra Acevedova. Juntos lograron rescatar un ordenador y un ratón que de inmediato fueron llevados al Museo de la Revolución para ser expuestos a las generaciones futuras.

Porque el enemigo ponzoña y conspira, el enemigo atenta, el enemigo sueña con hundir a nuestro querido pueblo patrio y a todos sus moradores. Pero allí estaba el héroe: el pecho descubierto, la bandera al viento, la bayoneta calada en el fusil, el sueño de la revolución escrito en su lúcida mirada. Y el daño fue mínimo. Porque el amado líder, vela; el amado líder, protege; el amado líder acude donde la tragedia lo llama; el amado líder ama a su pueblo tanto o más que al camarada interino Jorgeoff Rivaschenko, que ya es decir.

¡Qué gesto tan grandioso! ¡Larga vida al héroe! ¡Imitad su ejemplo, ciudadanos! ¡Arriba, parias de la Tierra! ¡En pie, famélica legión! ¡A las mariscadas... ¡?¿! ¡A las barricadas! ¡Montejoven o muerte!

Firmado:

Camarada Anonimov, comisario político de la revolución.